En la
campaña de Michelle Bachelet se promovieron diversas reformas al sistema
educacional ya presente en el país, como entregar
educación gratuita y de calidad, terminando así con la segregación y el copago. La
candidata salió electa en las elecciones
presidenciales del año 2013, asumiendo el cargo en Marzo del 2014.
Hasta la
fecha en Chile habían aproximadamente 4000 colegios que asumían tener fines de
lucro, incluyendo el colegio particular subvencionado Alcántara de la Florida,
nuestro centro de formación académica, que cuenta con más de 700 alumnos y además es la fuente de
trabajo de un gran número de personas, entre ellos profesores, inspectores y
auxiliares, entre otros.
Nicolás
Eyzaguirre asumió como ministro de educación,
su discurso se caracterizó siempre por estar y velar a favor de los sectores con
menos oportunidades de obtener una educación de calidad con facilidad, pero,
toda reforma tiene costos y no siempre nos informamos de ellos al momento de
elegir a quienes nos representarán y velarán por nuestros derechos al momento
de tomar una decisión.
¿Cuáles son
los costos de esta reforma? ¿Todo es color de rosas? ¿Por fin existirá equidad
entre ricos y pobres?
Ya en el año
2017 y casi al término del gobierno de Michelle Bachelet se cumplen plazos y la
reforma no tiene marcha atrás. Sus
objetivos ya fueron planteados anteriormente así que ahora nos enfocaremos en los
costos. Los cuales afectan únicamente a los sectores medios y populares.
Los colegios
particulares subvencionados tienen dos opciones: pasar a ser propiedad del
estado o convertirse en particulares cobrando más obviamente, el objetivo de
esto es que no puedan capitalizar si tienen apoyo del gobierno.
Con lo planteado
anteriormente ¿se mejora realmente la calidad de la educación?
Claramente
no, ya que se abrirá una brecha más grande entre la educación pública y privada,
ya que no se invierte tiempo ni reformas en mejorar lo esencial: la calidad de
la enseñanza.
Otros de los
puntos en discusión es que la mayoría de los colegios subvencionados tienen
buenos resultados académicos y los apoderados están dispuestos a pagar por la
educación de sus hijos si es de excelencia. Para saber más de respecto a eso pincha aquí:
Además esta situación provoca nerviosismo
entre los trabajadores ya que no saben con certeza aún qué pasará con sus ingresos, si estos se
modificarán o simplemente se cerrarán los establecimientos donde trabajan.
En síntesis,
la gente prefiere que se invierta en cambiar los sistemas de los colegios que
presentan deficiencias académicas considerables, en vez de terminar o cerrar
sus fuentes de formación académica y de trabajo.
Para contextualizar esto realizó una encuesta de dos preguntas a
alumnos del colegio particular subvencionado Alcántara de la Florida respecto al tema :
Por Yerko Ovando